La Esquizofrenia es una patología cuya principal etiología se encuentra en las condiciones que surgen de la interacción entre los genes y la crianza. Estas condiciones, por sus mismas características; ejercen su influjo desde el comienzo de la vida; vale decir, que a partir de ellas, se conforma un núcleo o “matriz esquizoide” desde los primeros estadios del proceso de desarrollo neuropsíquico de la persona. El papel que cumple la relación del sujeto con el medio ambiente desde los inicios de la vida es de suma importancia en el proceso madurativo del cerebro. La matriz esquizoide que se establece durante el desarrollo cerebral, determina particularidades en la cognición, la afectividad, la corporalidad y el sentimiento de la propia identidad, que consideramos básicos para gran parte de la psicopatología esquizofrénica: la distancia emocional, la excentricidad, la rigidez, la inadecuación y lo inoportuno de sus intervenciones,forman un núcleo personal que se acompaña, se disfraza, con la máscara de la personalidad ya sea histérica, obsesiva, etc. cuya construcción depende del ambiente en el que la “matriz esquizoide” se desempeñó. La matriz esquizoide se comporta como la forma que se va llenando del contenido que le aporta el ambiente. Por ello, atribuimos un papel de importancia a la epigénesis en la etiología y presentación clínica de la esquizofrenia. Estas particularidades del núcleo o matriz esquizoide le dan unidad a la enfermedad (Esquizofrenia Única)y requieren, en general, de una paciente observación e intuición clínica que diferencia a la esquizofrenia de otras psicosis agudas y crónicas.
