La intriga de esta novela está basada en la idea de un crimen sin móviles, un crimen perfecto: dos desconocidos acuerdan asesinar cada uno al enemigo del otro, proporcionándose así una coartada indestructible. Bruno: alcohólico con problemas edípicos, homosexual latente viaja en el mismo tren que Guy :ambicioso, trabajador, adaptado. Empieza a conversar y Bruno, demoníacamente, fuerza al otro a hablar, a descubrir su punto débil, la única grieta en su ordenada existencia: Guy quisiera verse libre de su mujer, que le traicionó y que puede ahora obstaculizar su prometedor futuro. Bruno le propone un pacto: él matará a la mujer y Guy, a su vez, al padre de Bruno, a quien éste odia. Guy rechaza tan absurdo plan y lo olvida, pero no así Bruno, quien, una vez cumplida su parte, reclama al horrorizado Guy que cumpla con la suya...
Nació en Fort Worth, Texas, en 1921, pero se mudó a Nueva York cuando tenía seis años. A la edad de dieciséis años se convirtió en escritora. Se caracterizaba por ser una persona solitaria. Se mudó a Europa en 1963 y pasó sus últimos años en una casa aislada cerca de Locarno, en la frontera entre Suiza e Italia. A su muerte, dejó tres millones de dólares de su patrimonio a Yaddo, la comunidad de artistas en el norte de Nueva York. Su primera novela Strangers on a Train, fue convertida en una famosa película de Alfred Hitchcock en 1951. Su última novela Small g: A Summer Idyll se publicó póstumamente poco más de un mes después.