Jaymes pasó mucho tiempo confeccionando la sortija perfecta para comprometer a su amada. Meticulosamente, seleccionó cada piedra preciosa la cual pintaría con detalle su promesa de amor. Eligió el rubí como el símbolo de la pasión y el fuego que debe mantenerse candente en la relación. Luego, tomó la estrella rosada como significado de la amistad que debe existir entre pareja para compartir juntos los momentos más significativos de la vida. Escogió la titanita que comprendía el verde y el amarillo, para que nunca les faltase la estabilidad económica y la felicidad necesaria para triunfar. Por último, selló la hermosa joya con el diamante para que su amor fuese perdurable e inquebrantable. No obstante, jamás imaginó que el universo tenía otros planes para él y la sublime joya. Estas páginas cuentan la historia de la odisea intrigante de esta sortija cautivadora.
