Desde sus orígenes, el hombre ha fabricado cuentas perforadas para armar tanto bellos adornos, como mágicos talismanes para protegerse de espíritus malignos. Las cuentas para enhebrar collares, pulseras o bordados se hicieron primero con piedras rústicas y luego, con materiales preciosos. Hoy contamos con infinidad de variantes. Y aunque tal vez, hayan perdido su significado mágico, las cuentas o abalorios continúan ejerciendo la misma fascinación. A lo mejor, el encantamiento persiste en estas manualidades porque tienen el poder de desarrollar la imaginación, la creatividad y la capacidad artística que todos tenemos adentro.'