A un ritmo frenético y con giros inesperados, Florencia Bonelli pone fina a su exitosa trilogía «Caballo de fuego». La única salida: sobrevivir en unA un ritmo frenético y con giros inesperados, Florencia Bonelli pone fina a su exitosa trilogía «Caballo de fuego».La única salida: sobrevivir en un mundo preso de la violencia.Matilde y Eliah han vuelto a separarse. En el Congo, las esperanzas de una vida juntos se desvanecieron a medida que aumentaban la desconfianza y los celos.Por su parte, Matilde se refugia en su pasión: la labor humanitaria que lleva a cabo como pediatra en la organización Manos Que Curan. En esta ocasión es destinada a un hospital en la Franja de Gaza, uno de los territorios más densamente poblados del mundo, donde la consigna diaria es sobrevivir. Eliah Al-Saud, en cambio, no ha podido olvidarla y está dispuesto a recuperarla sea como sea...No obstante, antes de poder estar juntos de nuevo deben superar una última prueba de fuego: Eliah tiene que ir a Bagdad en una peligrosa misión para frustrar el plan de Saddam Hussein de convertir Irak en una potencia nuclear. En esta carrera hacia la guerra, Matilde y Eliah deben emplearse a fondo no solo para evitar una catástrofe mundial, sino también para salvar la propia vida.La crítica ha dicho...«La mayor exponente hispanoamericana de la novela romántica.»VIVA
Florencia Bonelli nació el 5 de mayo de 1971 en la ciudad de Córdoba, Argentina. Estudió Ciencias Económicas y se dedicó a la contabilidad pública, carrera que abandonó después de leer El árabe, de Edith Hull, libro que la impulsó a dedicarse profesionalmente a la escritura en 1999.
Su bilogía «Indias blancas» (2005) y su trilogía «Caballo de fuego» (2011) la posicionaron como una de las novelistas más populares no solo de Argentina sino de toda Latinoamérica.
Sus libros se han traducido a varias lenguas y han conseguido la admiración de lectores en todo el mundo, con los cuales mantiene un vínculo estrecho y personal a través de las redes y en sus presentaciones y firmas de ejemplares. Florencia sostiene que «mis lectores han sido los grandes artífices de la realidad que vivo hoy. Gracias a ellos, a que recomiendan mis libros, los regalan, los prestan, yo puedo dedicarme a esto que amo, escribir».