Constantino el Grande, de David Potter, es una biografía detallada y apasionante. Constantino, más allá de la legalización del cristianismo, fue uno de los más grandes emperadores de Roma y uno de los más grandes líderes de la historia, con habilidades de liderazgo, gran pasión, y el deseo de una sociedad ordenada. David Potter es Francis W. Kelsey Collegiate Professor de griego e historia de Roma y Arthur F. Thurnau Professor de griego y latín en la Universidad de Michigan. Divulgador infatigable, entre sus libros figuran The Victor’s Crown, Emperors of Rome y Ancient Rome: A New History. Constantino el Grande está clasificado en la materia Biografías históricas universales.
Constantino, apodado el Grande, es recordado especialmente por ser el legalizador de la religión cristiana en 313 –aunque no fue bautizado hasta poco antes de su muerte-, y también conocido también por haber refundado la ciudad de Bizancio (actual Estambul), llamándola «Nueva Roma» o Constantinopla, la ciudad de Constantino). Sin embargo, su biografía está jalonada de apasionantes episodios en un período en el que el imperio se encontraba acosado por rebeliones internas y amenazas externas por parte de persas y godos. Las numerosas fuentes conservadas de la administración de Constantino revelan un gobierno cuidadoso en su ejercicio del poder, pero capaz de despiadadas acciones, incluso salvajes. Constantino ejecutó (o llevó al suicidio) a su suegro, dos cuñados e incluso a su hijo mayor y a la una vez amada esposa. Un general sin precedentes a lo largo de su vida, incluso en su lecho de muerte planeó un asalto importante al imperio sasánida en Persia. Junto con el visionario que creía que su éxito provenía de la intervención directa de Dios –aunque en el arco de Constantino que hizo erigir en Roma no aparecen en él simbología cristiana–residía un guerrero agresivo, un socio a veces cruel, y un gobernante sumamente astuto. Estas características se combinan en esta biografía apasionante, reflejo de una vida que restauró el Imperio Romano a su antigua gloria.
