Hombre de fortuna, sujeto encantador, ligeramente embustero, animal social, escritor casi olvidado, el uruguayo Enrique Amorim, especialmente su relación con Federico García Lorca, es el centro de una trama de celos, envidias y resentimientos, pero también de lealtades y amores, cuyo marco es la escena artística entre las décadas de 1920 y 1960.
Se confirman algunas verdades: Neruda era un hombre de amigos y enemigos entrañables; Aragon dominaba la vida cultural francesa; Quiroga vivía atormentado por sí mismo. Se despejan algunas dudas: Picasso fue ninguneado por el Partido Comunista; Chaplin fue absurdamente perseguido; Borges no sabía nada de fútbol. Pero, sobre todo, se abren interrogantes: ¿Amorim consiguió adueñarse del cadáver de García Lorca? ¿Es el cuerpo del poeta granadino el que se halla tras un monumento en la ciudad uruguaya de Salto? A través de una investigación a un lado y otro del Atlántico, Santiago Roncagliolo ha buscado responderlas.
(Lima, 1975) escribe sobre el mal y el miedo jugando con el thriller, el noir y la comedia negra, desde la historia política hasta la experiencia cotidiana. Sus novelas se han publicado en todo el mundo hispano y han aparecido hasta en veinte idiomas. Abril rojo recibió el premio Alfaguara y el inglés Independent Prize of Foreign Fiction. La pena máxima fue finalista del premio francés Violeta Negra y ha sido llevada al cine, al igual que Pudor. También ha escrito una trilogía de historias reales sobre el siglo XX latinoamericano y libros para niños ganadores de premios como el Barco de Vapor peruano o el White Raven de la Biblioteca de Múnich. Como guionista, escribe series de televisión y películas para Estados Unidos, México, España, Brasil y Perú.