Si bien El estado de sitio (escrita en 1948) no es una adaptación teatral de La peste, los ecos de esta célebre novela del propio Camus publicada el año anterior resuenan inequívocamente en su nudo argumental. Las peculiaridades de la historia escenificada obligaron a Albert Camus (1913-1960) a renunciar a la estructura dramática tradicional y a construir un espectáculo singular en el que se combinan diferentes formas de expresión: desde el monólogo lírico hasta el teatro colectivo, pasando por la pantomima, el diálogo, la farsa y el coro. La acción transcurre en un Cádiz mítico, habitado por un pueblo pintoresco, simpático y resignadamente sometido al arbitrio de los opresores; sobre la ciudad cae el azote de la Peste y de la Muerte, dos poderes de vieja estirpe apocalíptica que simbolizan en este caso la sujeción de los hombres a la tiranía de la razón.
Albert Camus (Mondovi hoy Dréan, Argelia francesa, 7 de noviembre de 1913-Villeblevin, Francia, 4 de enero de 1960) fue un novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés nacido en la Argelia francesa. Su pensamiento se desarrolla bajo el influjo de los razonamientos filosóficos de Schopenhauer, Nietzsche y el existencialismo alemán.
Se le ha atribuido la conformación del pensamiento filosófico conocido como absurdismo, si bien en su texto «El enigma» el propio Camus reniega de la etiqueta de «profeta del absurdo». Se le ha asociado frecuentemente con el existencialismo, aunque Camus siempre se consideró ajeno a él.2 Pese a su alejamiento consciente con respecto al nihilismo, rescata de él la idea de libertad individual.
Formó parte de la resistencia francesa durante la ocupación alemana, y se relacionó con los movimientos libertarios de la posguerra. En 1957 se le concedió el Premio Nobel de Literatura por «el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de la actualidad».