La novela en la que, como él mismo ha declarado en repetidas ocasiones, más trabajo y esfuerzo invirtió García Márquez. «Durante el fin de semana los gallinazos se metieron por los balcones de la casa presidencial, destrozaron a picotazos las mallas de alambre de las ventanas y removieron con sus alas el tiempo estancado en el interior, y en la madrugada del lunes la ciudad despertó de su letargo de siglos con una tibia y tierna brisa de muerto grande y de podrida grandeza.» Gabriel García Márquez ha declarado una y otra vez que El otoño del patriarca es la novela en la que más trabajo y esfuerzo invirtió. En efecto, García Márquez ha construido una maquinaria narrativa perfecta que desgrana una historia universal -la agonía y muerte de un dictador- en forma cíclica, experimental y real al mismo tiempo, en seis bloques narrativos sin diálogos, sin puntos y aparte, repitiendo una anécdota siempre igual y siempre distinta, acumulando hechos y descripciones deslumbrantes.
(1927- 2014), nacido en Colombia, es una de las figuras más importantes e influyentes de la literatura universal. Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982, fue, además de novelista, cuentista, ensayista, crítico cinematográfico, autor de guiones y un intelectual comprometido con los grandes problemas de nuestro tiempo, sobre todo los que afectaban a su amada Colombia y a Hispanoamérica en general. Máxima figura del llamado «realismo mágico». Fue en definitiva, el hacedor de uno de los mundos narrativos más densos de significado que ha dado la lengua española en el siglo XX.