La aparición, en el escenario de la cultura europea, de ese ente histórico-geográfico que llamamos América no se debe al descubrimiento que de él se dice realizó Cristóbal Colón. Esa manera de concebir el primer viaje transoceánico del famoso navegante no es sino una interpretación del mismo, fundada en conocimientos adquiridos con posterioridad a él. Colón estaba persuadido de haber alcanzado litorales asiáticos y, por tanto, implica paralogismo atribuirle la comisión de un hecho del que jamás tuvo la menor idea. Es necesario, pues, aceptar, no como un 'error', sino como un hecho histórico la convicción colombina, y entenderla como el disparadero del proceso ideológico que se fue desenvolviendo a la luz de los datos revelados en exploraciones posteriores que obligaron a sustituir aquella inicial convicción por el conocimiento de la existencia de un continente hasta entonces desconocido e imprevisible. En este libro Edmundo O'Gorman propone esa tesis y reconstruye el desarrollo histórico de dicho proceso, el cual designa como el de la invención de América. Pero no se trata meramente de cambiar una palabra por otra; se trata de comprender que ese proceso despertó en el hombre de Occidente la noción de su señorío sobre el universo como un campo abierto a la conquista en la medida en que la fuera realizando con su ciencia y su técnica, su imaginación y su osadía. En suma, con la invención de América el hombre moderno hace su primer gran acto de presencia.No posee
