«No ha existido nadie con la habilidad de Proust para mostrarnos las cosas; su dedo índice es inigualable.» El narrador recluye a Albertine en su casa de París para alejarla de las tentaciones lésbicas, al tiempo que desarrolla su particular teoría sobre los celos, el placer sexual, los remordimientos y toda la gama de sentimientos encontrados que produce en el ser humano el amor. Sus digresiones en torno al arte, como la famosa disquisición engendrada a partir de la muerte del escritor Bergotte y de un cuadro de Vermeer, Vista de Delft, se traducen en algunas de las páginas más hondas, emocionantes y turbadoras que sobre la pulsión creativa se hayan escrito jamás.
(1871-1922) Novelista, ensayista y crítico francés. Es uno de los escritores cruciales de la literatura moderna. Nació en París en el seno de una familia adinerada y abandonó pronto sus estudios de Derecho para relacionarse con la sociedad elegante de París y dedicarse a escribir. Proust, aquejado de asma desde la infancia y convertido en un enfermo crónico, pasó el resto de su vida recluido, sin salir prácticamente nunca de la habitación revestida de corcho donde escribió su obra maestra: En busca del tiempo perdido, la que está reconocida sin discusión como una de las más importantes de la literatura moderna, influenciando tanto en el campo de la literatura como en el de la filosofía y la teoría del arte. Falleció de neumonía en París un 18 de noviembre de 1922.