después de casi medio siglo de escrupulosa devoción por su arte, jorge luis borges escogió de forma muy personal una antología de su trabajo que incluía relatos, ensayos y poesía.también estaban en esta selección unas «prosas» mordaces que adquieren las dimensiones de un género único en las letras contemporáneas.
en el prólogo declaraba su intención:
«sospecho que un autor debe intervenir lo menos posible en la elaboración de su obra. debe tratar de ser un amanuense del espíritu o de la musa (ambas palabras son sinónimas), no de sus opiniones, que son lo más superficial que hay en él. así lo entendió rudyard kipling, el más ilustre de los escritores comprometidos. a un escritor —nos dijo—le está dado inventar una fábula pero no la moralidad de esa fábula. ojalá las páginas que he elegido prosigan su intricado destino en la conciencia del lector. mis temas habituales están en ellas: la perplejidad metafísica, los muertos que perduran en mí, la germanística, el lenguaje, la patria, la paradójica suerte de los poetas.»
parafraseando al propio borges, el tiempo ya ha dictado que ésta es una antología admirable.
Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 - Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor, poeta, ensayista y traductor argentino, extensamente considerado una figura clave tanto para la literatura en habla hispana como para la literatura universal.
Sus dos libros más conocidos, Ficciones y El Aleph, publicados en los años cuarenta, son recopilaciones de cuentos conectados por temas comunes como los sueños, los laberintos, las bibliotecas, los espejos, los autores ficticios y las mitologías europeas; sus argumentos exploran ideas filosóficas relacionadas, por ejemplo, con la memoria, la eternidad, la posmodernidad y la metaficción.
La obra de Borges ha contribuido ampliamente a la literatura filosófica, al género fantástico y al posestructuralismo, e influyó profundamente en el realismo mágico de la literatura latinoamericana durante el siglo XX.