Origin: Chile
(Import costs included in the price)
It will be shipped from our warehouse between Monday, May 13 and Wednesday, May 22.
You will receive it anywhere in United Kingdom between 1 and 3 business days after shipment.
Once Cuentos de Klondike (in Spanish)
Jack London
Synopsis "Once Cuentos de Klondike (in Spanish)"
El 22 de noviembre de 1916, hace exactamente un siglo, Jack London, acaso el escritor estadounidense más célebre de su tiempo, fue encontrado muerto en Glen Ellen, su rancho en el condado de Sonoma, California. Tenía 40 años y había escrito 21 novelas, 20 libros de cuentos, 4 volúmenes autobiográficos, 22 libros de ensayos, 4 piezas teatrales y un importante número de libros de poesía. Ladrón de ostras en la bahía de San Francisco, cazador de focas en Siberia, vagabundo en los trenes de su país, buscador de oro en el lejano norte, corresponsal de guerra Esta antología reúne cuentos que se apoyan en sus experiencias de casi un año en el territorio de Klondike, Canadá. Por ellos desfilan buscadores de oro, cazadores, comerciantes de pieles, jugadores, hampones, truhanes y asesinos, además de los miembros de los pueblos originarios. Algunos de estos cuentos, como Encender un fuego, gozan del raro privilegio de perdurar para siempre en la memoria de los lectores. Traducción de Jorge Fondebrider.
Jack London (1876-1916), seudónimo de John Griffith Chaney, es uno de los grandes escritores estadounidenses de los albores del siglo XX. Su mundo se inspira en una interpretación muy subjetiva de la filosofía de Nietzsche y se construye a partir del principio de lucha por la supervivencia. Nacido en San Francisco, fue esencialmente un niño autodidacta que leía con avidez los fondos de la biblioteca pública. Con diecisiete años se embarcó en su primera goleta, rumbo a Japón. Tras varias experiencias como marinero y vagabundo -razón por la que también fue encarcelado-, London acudió a la Oakland High School y, posteriormente, a la Universidad de California, que tuvo que abandonar por problemas económicos. Como muchos, sufrió la fiebre del oro hasta que, finalmente, se dedicó a la escritura.