En Ramillette Elena le escribe al amor de pareja, de hija, de nieta, de amiga, de hermana y por supuesto el desamor también es parte de su inspiración. Como soñadora la Luna también aparece en sus textos y como mujer empoderada conocemos su postura ante el rol de la mujer sin ánimos de imponer su pensamiento, pero sà abriendo camino a la conversación y discusión. Deseo que se dejen acompañar por Elena en este paseo hacia los recuerdos, emociones y reflexiones.