Corre el verano de 1987. El universo de Rompepistas, un punk miope y desgarbado de diecisiete años nacido en el extrarradio de Barcelona, parece a punto de estallar: acaba de empezar una guerra sangrienta con una banda del pueblo de al lado, sus padres están a punto de separarse, y las cosas no van ben con sus amigos. Llena
de patadas y puñetazos, punk rock y reggae, victorias pírricas y el desespero callado