Uno de los libros escritos de Rudolf Steiner, constituye el fundamento imprescindible para el estudio de la Antroposofía, ya que en él, según las palabras de su autor, "habían de darse por lo pronto las verdades básicas del ámbito global de la ciencia espiritual". La obra describe los aspectos esenciales de la entidad humana: su organización física, anímica y espiritual, su existencia que no queda limitada al mundo físico sino que después de la muerte y antes del nacimiento se desarrolla en los mundos suprasensorios, el mundo anímico y espiritual. Se caracterizan estos dos mundos, también en su relación con el mundo físico. Además se explican las leyes fundamentales que determinan la existencia del espíritu humano en dichos tres mundos: la ley de la reencarnación y la ley del destino o Karma. En la parte final, titulada la "Senda del Conocimiento", se revelan los pasos a seguir por aquél que aspira a la propia investigación en los dominios de lo invisible, requisito indispensable para averiguar los hechos descriptos en el libro, pero no para comprenderlos. Para la comprensión de estos hechos, así destaca Rudolf Steiner, alcanza el intelecto y el sano sentido común.
Rudolf Steiner (Donji Kraljevec, Imperio austrohúngaro, hoy Croacia, 25 o 27 de febrero de 18611-Dornach, Suiza, 30 de marzo de 1925) fue un filósofo austriaco, erudito literario, educador, artista, autor teatral, pensador social y ocultista. Fue el fundador de la antroposofía, la educación Waldorf, la agricultura biodinámica, la medicina antroposófica5 y de la nueva forma artística de la euritmia.
Describió la antroposofía como sigue: La antroposofía es un sendero de conocimiento que quisiera conducir lo espiritual en el hombre a lo espiritual en el universo. Pueden ser antropósofos quienes sienten determinadas cuestiones sobre la esencia del hombre y del mundo como una necesidad tan vital como la que se siente cuando tenemos hambre y sed.
Steiner propuso una forma de individualismo ético, al que luego añadió un componente más explícitamente espiritual. Derivó su epistemología de la visión del mundo de Johann Wolfgang Goethe, según la cual el pensamiento es un órgano de percepción al igual que el ojo o el oído. Del mismo modo que el ojo percibe colores y el oído sonidos, así el pensamiento percibe ideas.